Los ciudadanos deben saber cómo está el Hospital Comarcal y por qué se movilizan los médicos
-
Exceso de guardias, especialidades bajo mínimos, especialistas MIR infravalorados… son algunos de los problemas a los que INGESA no está dando solución
El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla desea explicar a los ciudadanos los motivos que han llevado a la huelga, los problemas que merman y condicionan la atención a los pacientes y la falta de respuesta, o más bien silencio, que está encontrando por parte del Instituto de Gestión Sanitaria. INGESA, ni en Madrid ni en la dirección territorial de Melilla, está analizando la situación y mucho menos aportando mejoras.
Lo primero es pedir disculpas a los ciudadanos por los posibles trastornos, pero también solicitamos comprensión y se dan razones para ello. Hay que recordar que estas movilizaciones se pusieron en marcha por la diferencia de trato laboral que sufren muchos de nuestros compañeros con respecto a otras autonomías. Pero igual de cierto es que en los últimos meses las condiciones de nuestra atención sanitaria han ido empeorando e INGESA no pone freno.
En España faltan médicos, pero es que, concretamente, en Melilla los están invitando a marcharse. Nuestros médicos tienen la obligación de hacer muchas más guardias de lo que la ley permite. A esto se suma la posible denegación de la exención de guardias a los mayores de 55 años, que corresponde por ley, y es así para mantener las guardias necesarias en Tocoginecología, UCI, Cirugía, Traumatología… Traducción: como faltan médicos, aquellos facultativos que son mayores de 55 años, que están exentos de hacer guardias si así lo piden, no pueden hacerlo para no dejar desiertos estos servicios.
Más información. El Hospital Comarcal cuenta con seis anestesistas para dar servicio ininterrumpido a cuatro quirófanos, a la Unidad del Dolor, para realizar las pruebas preoperatorias, para atender a Urgencias, para hacer guardias… Sólo cuatro personas para este ingente trabajo.
Más datos. Sólo contamos con dos digestivos para atender a toda la población de Melilla, dos facultativos que, además, tienen que realizar las colonoscopias del screening de cáncer colorrectal y a esto se suman las consultas, las pruebas diagnósticas y las guardias.
Hay más problemas a los que no se está poniendo remedio y que también merman la calidad de la atención sanitaria. A principios de año se notificó a las altas esferas que en mayo acaban sus contratos los nuevos especialistas MIR y no han movido ficha. Hemos hablado con muchos de estos médicos y no podemos ser optimistas porque en otras autonomías ya les están ofreciendo contratos de sustitución, mientras que aquí tan sólo se ofrecen muchas guardias, mucho trabajo y salarios menores.
Ya se pueden imaginar que con este escenario cada vez son más médicos los que han pedido traslado a otras comunidades o se lo están planteando. La fuga de talento no es un pronóstico, es una realidad.
Son apenas unos datos que arrojan un balance negativo de cómo está la situación del Hospital Comarcal. Podríamos ampliar esta lista, pero el resumen siempre va a ser el mismo: faltan médicos y, por lo tanto, la calidad de la atención sanitaria en Melilla está en juego. Ahora que se ha declarado Melilla “zona de difícil cobertura” hay que traducirlo en hechos e incentivos. Pero no somos optimistas, porque es harto complicado conocer los problemas reales de nuestro territorio sin moverse de Madrid, sin leer los múltiples informes que se les han enviado, o sin escuchar a los profesionales.
Miramos a Madrid, que es al fin y al cabo quien decide, pero también le pedimos al director territorial de INGESA, compañero médico, que rompa su silencio de una vez y lo haga para defender lo nuestro, que también es lo suyo. Los sacrificios de todos los profesionales sanitarios se merecen una respuesta inmediata, la sanidad de Melilla se desmorona y precisa soluciones a corto plazo.