Ángela de Urquía: “La prevención y promoción de la salud mental en las primeras etapas de la vida es fundamental”
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Esta doctora, especialista en Psiquiatría, recuerda que “las familias son el elemento más importante para la salud mental de los niños”
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Desde hace seis meses atiende a la población infantojuvenil en el Centro de Salud Zona Centro
El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla entrevista a la doctora Ángela de Urquía Palacios, especialista en Psiquiatría, que desde hace medio año atiende a la población infantojuvenil de hasta 18 años en el Centro de Salud Zona Centro.
PREGUNTA.- En su especialidad y en su centro de salud, ¿qué equipo de trabajo trata a los melillenses menores de 18 años?
RESPUESTA.- Soy especialista en Psiquiatría y, por ahora, somos un equipo formado por dos psicólogos, que atienden a los niños durante dos tardes a la semana, una enfermera especialista en salud mental y yo.
P.- Su incorporación es reciente, ¿qué vacío viene a cubrir y qué se ha encontrado?
R.- Yo me he formado y trabajado fuera de Melilla. Ya, desde antes de llegar, la jefa de sección de Psiquiatría, la Dra. Cano, ha estado luchando por la creación de una Unidad de Salud Mental Infantojuvenil (USMIJ). Aún no nos hemos constituido como tal, puesto que no ha habido una dotación específica para ello. Pero, sin lugar a dudas, hemos mejorado de forma importante la calidad asistencial de los niños de Melilla.
Hasta ahora nunca había existido una consulta de Psiquiatría y Enfermería específicas para atender las necesidades de nuestros menores. Además, se lleva a cabo una coordinación con otros sectores implicados: Enfermería realiza dicha labor a diario con los equipos de orientación de los centros educativos, yo estoy en contacto frecuentemente con la consulta de Neuropediatría, Pediatría General, Endocrinología, Neurología, también mantenemos reuniones con Fiscalía de Menores e IMSERSO… La implicación de todos estos profesionales está siendo notable y, sin lugar a dudas, permite que este proyecto salga para adelante.
En general, hemos tenido una acogida buenísima por parte de pacientes y familiares, la respuesta nos ha sorprendido por lo positiva que ha sido. Creo que estamos en el buen camino y debemos seguir día a día buscando maneras de seguir mejorando.
P.- ¿Cómo es un día a día en la consulta?
R.- Atendemos de forma programada a los pacientes, hacemos las veces de hospital de día asistiendo diaria o semanalmente a los niños que se encuentran en crisis, también de forma urgente si es necesario. Esto, junto con la comunicación fluida con otros especialistas, nos permite hacer un seguimiento mucho más estrecho e intensivo, con una visión global de los problemas.
P.- ¿Cómo es la situación de la Psiquiatría Infantil en Melilla?
R.- La población infantojuvenil en España supone en torno a un 17% del total. Melilla se encuentra a la cabeza de la media nacional, siendo casi el 27%, es decir, 10 puntos porcentuales por encima de la media. Y, en ese contexto, sabemos que las necesidades de los niños no tienen nada que ver con la atención a los adultos. Los niños no son adultos en pequeñito, necesitan dotaciones y recursos específicos. Al igual que han conseguido la mayoría de las ciudades, tenemos que lograr la creación de una USMIJ con un espacio propio, separada de la Unidad de Salud Mental de Adultos, con un equipo multidisciplinar con psicólogos a tiempo completo, un trabajador social, un terapeuta ocupacional… Me consta el empeño con el que, tanto mis compañeros como la propia administración, está trabajando en ello. Supondría un gran avance para esta ciudad.
P.- ¿A qué retos se enfrentan?
R.- Se sabe que el cerebro infantil es muy dinámico y plástico. Por eso existe una mayor complejidad a la hora de hacer un diagnóstico definitivo de los trastornos del neurodesarrollo en edades muy tempranas. En muchas ocasiones, aún no se han puesto de manifiesto todas las dificultades, y no se cumplen criterios clínicos diagnósticos. En otras, esos síntomas que se observan, se resuelven por sí solos con la maduración cerebral. Este hecho contrasta con el requerimiento legal de un diagnóstico de certeza para habilitar determinados servicios a estos niños. Aunque la necesidad de establecer un diagnóstico es la principal causa de preocupación de los padres, y necesario para complementar los objetivos legales a los que me he referido, no debe ser el objetivo primordial. El objetivo principal debe ser la detección precoz de áreas de dificultad en la infancia y la intervención de forma temprana, porque de ello va a depender el pronóstico de los niños. Es decir, lo importante es no perder tiempo de actuación. Esto es un dilema que se ha planteado hace tiempo en otras comunidades, por lo que en Melilla se han creado grupos de trabajo formados por representantes de Sanidad e IMSERSO para abordar las diferentes soluciones que puedan existir.
P.- ¿Es la psiquiatría infantil el mejor camino para la prevención de los trastornos mentales en los adultos?
R.- Por supuesto. Los factores de riesgo que actúan en etapas muy precoces, o en periodos críticos de formación de la personalidad, tienen mayor peso sobre la probabilidad de desarrollar trastornos mentales en la vida adulta.
La prevención y promoción de la salud mental en las primeras etapas de la vida es fundamental, primero porque la plasticidad cerebral que existe a esas edades conlleva una mayor eficacia de las intervenciones. Segundo, porque los factores de riesgo tienden a aparecer de manera agrupada y ejercer efectos sinérgicos. Por ejemplo, sufrir un trauma en la infancia se relaciona con tener mayor probabilidad de ser objeto de otras formas de victimización. O, tener una discapacidad los hace mas vulnerables a sufrir algún tipo de violencia. Y cuanto mayor cantidad de factores de riesgo y más precoz sea la exposición a los mismos, mayor probabilidad habrá de que tenga un efecto cascada a lo largo de su desarrollo.
Esta labor de prevención se viene realizando desde los colegios con programas escolares para la prevención del acoso escolar, del consumo de tóxicos… En otros países se realizan además desde Salud Mental, con programas de prevención selectiva a colectivos vulnerables. Cuando estuve trabajando en el Roberto Clemente Center de NY se ofrecía atención a toda la familia si uno de los miembros sufría un problema de salud mental. Por ejemplo, se ofrecía un espacio terapéutico a los menores cuando uno de sus padres había realizado un intento autolítico, evitando el sufrimiento silencioso que en ocasiones pueden producir este tipo de vivencias.
P.- ¿Cuál es el papel de los padres en la en la psiquiatría infantil?
R.- Las familias son, sin lugar a dudas, el elemento más importante para la salud mental de los niños. El clima y la cohesión familiar y la educación adecuada van a suponer el factor de protección más importante, que puede hacer que, ante una situación adversa, los niños la afronten de manera resiliente, en lugar de traumática. Además, los progenitores, las plataformas de padres y las asociaciones son los principales motores que nos mueven a mejorar continuamente. Por eso tenemos en proyecto la realización de un plan de mejora que analice y tenga en cuenta las necesidades asistenciales percibidas por ellos.