Declaración final de la III Convención de la Profesión Médica
Los más de 400 profesionales que participaron en la III Convención de la Profesión Médica, celebrada en Madrid entre los días 16 y 17 de noviembre, han consensuado una declaración final con 14 puntos en relación a todo el contenido incluido en el programa de esta Jornada.
Los más de 400 profesionales que participaron en la recién celebrada III Convención de la Profesión Médica, en la que se han abordado 11 temas: Mobbing: un silencio cómplice; Conflicto de Intereses en la profesión médica; Objeción de conciencia: el deber de informar; La profesión en Europa; Situación Actual del Sistema Sanitario; Nuevos modelos de Gestión Sanitaria; Colaboración público-privada en el Sistema Sanitario; Innovaciones diagnósticas y terapéuticas: Responsabilidad profesional y ética; La enseñanza de la medicina y la formación del médico; El ejercicio de la Medicina: valores humanísticos, deontológicos, científicos y técnicos, y Los colegios de Médicos en el siglo XXI: un valor para la sociedad, han concluido con la siguiente declaración:
- La información, formación y medidas de prevención primaria en el ámbito sanitario son elementos claves para el abordaje del acoso laboral. El proceso de atención al Mobbing deben liderarlos los Colegios de Médicos en colaboración con otras instituciones dentro del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME).
- Para evitar los conflictos de interés es necesario conciliar la Gestión Sanitaria con el compromiso profesional. La Organización Médica Colegial (OMC) debe elaborar recomendaciones que orienten en la resolución de los conflictos de interés.
- La objeción de conciencia conlleva conflictos entre el deber moral del médico y los derechos del ciudadano. Ante el derecho del médico a la objeción de conciencia debe prevalecer siempre el deber de informar. El nuevo Código Deontológico de la OMC define y regula la objeción de conciencia.
- La difícil situación que atraviesa el SNS de Portugal por las medidas económico financieras impuestas por la Unión Europea puede ser el espejo de un futuro próximo del SNS Español si no se adoptan las medidas adecuadas para rectificar las actuales políticas sanitarias.
- La reducción del gasto sanitario público para el 2015 previsto por el Gobierno, que pasará de un 7,1% del PIB del 2010 a un 5,1% hará inviable el mantener unos mínimos de efectividad y calidad de nuestro sistema sanitario y tendrá consecuencia negativas sobre la salud de los ciudadanos.
- La contención del gasto sanitario público puede y debe hacerse desde la inteligencia profesional. Los cambios estructurales orientados a la gestión del conocimiento y la desinversión de lo que no añade valor son fundamentales para la racionalización de la asistencia.
- El actual modelo Autonómico de financiación de la sanidad no ha conseguido aportar un marco apropiado de suficiencia y sostenibilidad. Dicha financiación debe ser finalista, ajustada por necesidad y modulada.
- Las nuevas formas de gestión tendrán un papel esencial en la prestación de servicios sanitarios sin que esto suponga modificar la esencia del sistema. Deberán estar basada en el respeto a la universalidad y la equidad con responsabilidad, asunción de riesgos, rendición de cuentas e información comparada, que facilite el necesario control social.
- La colaboración público privada es necesaria y conveniente. No obstante la Organización Médica Colegial se opone rotundamente ante cualquier medida encaminada a la privatización del SNS.
- La OMC exige la existencia de una Agencia Externa e Independiente de Evaluación de las nuevas tecnologías diagnosticas y terapéuticas antes de su inclusión y financiación en la Cartera de Servicios del SNS.
- Los valores del profesionalismo son fundamentales para superar la crisis del SNS, estableciendo un marco temporal razonable basado en el dialogo político, institucional, social y profesional que permitan a todas las partes implicadas expresar sus ideas y formalizar sus compromisos.
- No debemos admitir que la crisis económica, y las medidas de recorte que en su nombre se adoptan, altere la formación médica especializada, pues su impacto en el presente y en el futuro de la calidad asistencial podría ser muy lesivo para la sociedad y para los médicos.
- Los Colegios de Médicos del Siglo XXI deben abandonar el carácter voluntarista que tradicionalmente tienen y devenir en organizaciones altamente profesionalizadas, con potentes equipos de pensadores y expertos que les permita convertirse en organizaciones del conocimiento, con estructuras de gestión modernas y eficaces, que permitan su reposicionamiento en condiciones competitivas.
- Los Colegios del Siglo XXI en la actual situación de crisis económica financiera deben seguir enfatizando en conceptos del ideario profesional como: altruismo, vocación, voluntad de rendir cuentas, compromiso, integridad y servicio, entre otros, que en el contexto social actual son valores poco considerados.