El número de médicos continúa descendiendo en Melilla y el Ministerio de Sanidad no hace nada para remediarlo
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A día de hoy tan sólo se contabilizan 274 facultativos colegiados en la ciudad y, según el INE, Melilla es la única autonomía donde descendió la cifra de médicos en 2022
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Es la ciudad con la tasa de médicos más baja de España, con sólo 3,86 profesionales por cada 1.000 habitantes
Melilla tiene un serio problema de salud, las cifras así lo constatan, todo el mundo lo sufre en el día a día y el único que puede solucionarlo, el Ministerio de Sanidad, no hace nada para invertir la severa crisis que sufre nuestro sistema sanitario. Los números son fríos, pero tienen poca discusión. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha comunicado que Melilla es la única ciudad española donde descendió el número de médicos en 2022, un 1,5 por ciento, y, además, ha revelado que tiene la peor tasa de médicos del país por cada 1.000 habitantes, sólo 3,86 profesionales. Otro dato más: a día de hoy, 30 de mayo, el registro de este Colegio Oficial de Médicos sólo contabiliza 274 colegiados de alta.
Las estadísticas son aún más duras. En este mes de mayo se han sumado 4 nuevas colegiaciones, pero 8 médicos se han dado de baja por traslado a otras ciudades del territorio nacional. El éxodo empieza a ser habitual y lo demuestra la comparación con el año pasado. Hace poco más de un año, a 31 de diciembre de 2021, Melilla ya cerraba el ranking nacional de médicos colegiados, había caído un 0,6 por ciento, y eso ha ido a más acabando 2022 con el mencionado descenso del 1,5 por ciento. Y si en 2022 la tasa por cada mil habitantes se situó en 3,86 médicos en Melilla, en 2021 era del 3,93. Son datos del INE, del propio Gobierno de la nación.
Más detalles que revelan esta crítica situación. De la plantilla actual, el 32 por ciento de los galenos debería estar ya jubilado, pero han prorrogado su actividad. Este envejecimiento irá a más en los próximos años, puesto que el 45 por ciento de los médicos de Atención Primaria supera los 60 años, mientras que en el Hospital Comarcal el porcentaje se sitúa en el 30 por ciento. Esto influye en las guardias, puesto que los médicos mayores de 55 años están exentos de realizarlas, aunque a muchos de ellos no les queda más remedio que renunciar a este derecho para no acabar perjudicando a los pacientes y a sus propios compañeros. Y luego está el déficit que se aprecia en algunas especialidades de la cartera de servicios de INGESA, que incluso están sin cubrir, como es el caso de Dermatología. Y otras no tienen personal suficiente para atender la demanda existente. Un ejemplo: Melilla sólo tiene dos digestivos para consultas, pruebas diagnósticas y guardias. O también se puede poner el foco en la Atención Primaria o en el Servicio de Emergencias 061, ambos desbordados.
En febrero el Boletín Oficial del Estado declaró a Melilla zona de difícil cobertura, pero esa denominación no ha pasado del papel, puesto que a día de hoy no se conocen los incentivos reales para atraer a profesionales. Las únicas medidas desveladas por INGESA son la compra del robot Da Vinci Xi, por 2.100.000 euros, o la próxima adquisición de una cámara hiperbárica, con un presupuesto de 664.650 euros, ambos para el futuro Hospital. Nadie se ha pronunciado aún sobre el capítulo de recursos humanos. Si no hay médicos suficientes para prestar servicio en el Hospital Comarcal, si nadie quiere venir a la ciudad, cómo lo van a hacer con un centro hospitalario mucho mayor. Los actuales jefes de Servicio ya han manifestado que es inviable abrir el nuevo hospital sin personal, pero el único objetivo era “vender” la próxima inauguración. Ahora que ya no dará tiempo a hacerlo antes de las Elecciones Generales, ¿se van a poner a trabajar de verdad por lo realmente necesario o van a dejarlo en un cajón olvidado hasta que haya Gobierno?
Hay que tomar medidas inmediatas e ineludibles ante una crisis que va camino de colapsar la sanidad melillense. La huelga de especialistas cumplirá tres meses el próximo 9 de junio y el Ministerio de Sanidad, ni mucho menos INGESA, han hecho nada para acabar con el conflicto. De momento, son 2.970 pacientes de consultas externas afectados y la lista de espera quirúrgica se ha prolongado 142 días. Esta situación será crónica y habitual si no se incorporan médicos, de ahí que solicitemos el apoyo de la ciudadanía para la concentración convocada por el Comité de Huelga para el próximo 7 de junio, a las 20.30 horas, en la Plaza Menéndez Pelayo. No es sólo una reivindicación de la profesión médica, Melilla tiene que exigir la misma calidad sanitaria que disfrutan el resto de españoles.