Tomás Cobo: “Soy optimista, pero hay que empezar a tapar las grietas”

El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla entrevista al doctor Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, durante su estancia en la ciudad autónoma. Una charla para conocer sus sensaciones tras pulsar la situación de la asistencia sanitaria local y conocer de primera mano la opinión de los facultativos.

– ⁠Pregunta.- El 9 de marzo de 2023 los médicos melillenses y ceutíes iniciaron una huelga para reivindicar una atención de calidad con medios técnicos y humanos suficientes. Las circunstancias excepcionales y la falta de profesionales mantienen esa reivindicación en suspenso, pero las desigualdades continúan y no ha habido respuesta alguna por parte del Instituto de Gestión Sanitaria. ¿Qué análisis se hace desde la Organización Médica Colegial?

– Tomás Cobo.- Desde la Organización Médica Colegial ya manifestamos lo que pensamos en una asamblea general que precisamente se hizo en ese entorno, en Ceuta. Y sí es cierto lo que me contaban hoy los médicos en el hospital, que sí se ha puesto por escrito que Melilla y Ceuta son áreas de difícil cobertura, pero que hay una crisis de implementación. Ha cambiado la directora general de INGESA. Yo no he tenido la oportunidad todavía de reunirme con ella, pero en cualquier caso lo que voy a trasladar es lo que mis compañeros médicos y médicas me han dicho en el hospital para que haya implementación de las medidas que en su momento se han redactado, pero no se han llevado a cabo.

– P.- El 21 de febrero de 2023 se aprobó el Real Decreto 118/2023, por el que se regulaba la organización y funcionamiento del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA). En dicha norma jurídica, concretamente en su disposición adicional tercera, se reconocían los puestos de trabajo de INGESA en Ceuta y Melilla como de “difícil cobertura” y se habilitaba a la dirección de este organismo “para establecer las medidas necesarias que incentiven la contratación de profesionales en estos puestos”. A día de hoy no se ha implementado ninguna medida.

– T. C.- Volvemos a lo mismo, la crisis de implementación no hay que verla solo en Melilla, la crisis de implementación que atravesamos ya viene desde la pandemia. Desde la Organización Médica Colegial planteamos 47 medidas dentro de la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social, en esa parte de la nueva normalidad, y sin embargo hemos vuelto a la vieja normalidad.  Hay que potenciarlo, hay que tratar de implementarlo. Bien es cierto también que en el Ministerio de Sanidad hemos tenido cambios de ministros constantemente, la nueva ministra que tenemos lleva solamente un año, lo va a hacer ahora, y me consta que el esfuerzo en esa cogobernanza del Sistema Nacional de Salud se está llevando a cabo con consejos interterritoriales, y lo que hay que avanzar es en la crisis de implementación e implementar lo que ya está escrito.

Me preguntaban si soy optimista o no, pues soy optimista, pero para eso hay que empezar a tapar esas grietas, que hablaba antes: la grieta de la formación médica continuada, necesitamos más tiempo para formarnos; la grieta de la estabilidad profesional, es necesario estabilizar el empleo para generar proyectos de futuro; y la grieta que tenemos del modelo retributivo, y también me consta que hay una intención desde el Ministerio de cambiar el estatuto marco para contemplar todas estas circunstancias. Pero a eso añádele ahora sí ya la presión asistencial, la sobrecarga asistencial, el problema de demografía médica, el problema del burnout, el problema de las agresiones a los médicos… Esta es la situación que sí que efectivamente tenemos que abordar y tratar de la mano de la Administración, de la mano de los profesionales, buscar soluciones.

– P.- El Colegio Oficial de Médicos de Melilla siempre ha abogado por el diálogo para buscar soluciones, con los propios médicos afectados sentados a la mesa de negociación. ¿Está de acuerdo?

– T. C.- Bueno, y tanto que debería ser así, por eso digo el interés que he tenido en venir aquí. Independientemente de las reuniones institucionales que he tenido, he tenido la suerte de estar con el presidente, con Juan José Imbroda, con parte de su junta. A mí lo que me interesaba era hablar con los profesionales, que es la oportunidad que he tenido de hacerlo en el hospital, porque eso transmite la realidad del día a día, la realidad clínica. Y una de las realidades que me manifiestan, y transmito lo que me han dicho, es esa sensación, como clínicos, de abandono. Y luego lo que me transmiten es el esfuerzo de guardias que están haciendo. Me comentaban que hay algunos profesionales que han estado de guardias más de tres meses, siete días a la semana, veinticuatro horas, bien es cierto que localizadas y en presenciales, pero sin un día de libranza, y es una circunstancia real que me han transmitido los profesionales y otros que están haciendo hasta catorce guardias al mes, entre localizadas y presenciales. A eso hay que prestarle atención severa e inmediata.

– P.- La Delegación de Gobierno de Melilla y el propio INGESA han afirmado en más de una ocasión que el nuevo hospital universitario, dada su tecnología, es la principal baza para la atracción de capital humano. Cuestión que pone en duda este Colegio Médico porque esa tecnología existe ya en muchos hospitales peninsulares. ¿Coincide? 

– T. C.- Pues será un factor más de atracción. Pero en este mundo que vivimos de la fascinación tecnológica, parece que el robot es más importante que el que está detrás del robot. Lo que hay que atraer son los profesionales, y lo que hay que hacer es establecer vínculos directos entre hospitales comarcales, hospitales universitarios, y grandes ciudades hospitalarias, y grandes entornos hospitalarios. Eso es lo que hay que generar, vínculos. Hablábamos de la importancia de que haya rotación de médicos jóvenes en este entorno de hospitales comarcales, en concreto el de Melilla, en el periodo formativo de 4 o 5 años de un especialista. Es importante que esté en el ámbito del comarcal, porque posiblemente la mayor parte es donde terminamos trabajando, yo me incluyo que trabajo en un hospital comarcal. Ese vínculo entre hospitales grandes, hospitales universitarios, ciudades hospitalarias y hospitales de distrito, hospitales comarcales, hospitales generales, es absolutamente crucial. Ese es el atractivo que hay que generar, pero para generar ese atractivo los residentes tienen que conocer cómo se trabaja en los hospitales, y no estar solamente en un hospital universitario.

Se habla mucho de Atención Primaria. Es difícil que, si durante el grado toda la formación que hacemos vaya dirigida a la Atención Hospitalaria, seamos capaces de generar vocaciones para Atención Primaria. De ahí la importancia que durante el grado se den clases de Atención Primaria y se explique en qué consiste esa especialidad tan bonita, familiar y comunitaria, para generar vocaciones.

Por lo mismo, en el entorno de los hospitales comarcales durante la formación médica especializada, es importante que los que se están formando en estos grandes hospitales universitarios tengan la oportunidad de rotar por hospitales comarcales para que conozcan la realidad asistencial que posiblemente les ocupe en el futuro.

P.- Otro problema nacional que se recrudece en Melilla es la situación de la Atención Primaria. ¿Está de acuerdo cuando reclaman una dotación adecuada de profesionales y recursos económicos?

– T. C.- ¿Qué mensaje se les traslada? Eso le preguntaba yo, ¿y yo qué puedo hacer o qué podemos hacer desde la Organización Médica Colegial? Pues sensibilidad, transmitir a los que tienen la encomienda de gestión, que es la Administración, que es el Gobierno de la Nación, y en esa cogobernanza dentro de los servicios autonómicos de salud, transmitirles la necesidad de que se preste una atención inmediata a un área particularmente delicada, ya descrita como de difícil cobertura, tapando esas tres grietas y ofreciendo todo el atractivo que se pueda ofrecer.

Me consta, y me lo transmitió el presidente Imbroda, que hasta la Administración quiere ofrecer una partida presupuestaria para facilitar la residencia de sus médicos que vengan de la mano del Colegio de Médicos de Melilla.  Todas las medidas que sean para generar atractivo, pues extraordinario, pero no sólo la fascinación tecnológica, no sólo los habitáculos, sino que vengan profesionales de prestigio. Y eso es lo que les traslado a los profesionales, que yo haré de voz para comentar esa sensación de abandono, que es triste que un profesional de una determinada edad que ha dedicado toda su vida y toda su carrera a ayudar a los demás, que es en lo que consiste nuestra profesión, tenga al final de su carrera esa sensación de abandono. Bueno, lo he hecho porque es mi vocación, pero tengo realmente desafecto con lo que es el sistema y con los que me gobiernan. Eso es lo que transmito y me pongo pegado a su lado en lo que es la práctica clínica. Y la práctica clínica, con todo lo bueno que tiene, de esa vocación de servir a los demás y esa satisfacción íntima, felicidad que nos produce hacer eso, además de eso, tienes una vida en la que también te tienes que sentir acogido por el entorno en el que trabajas.

Y es una pena que eso no suceda y que no suceda lo que me han transmitido los profesionales con los que he podido hablar aquí en Melilla. De hecho, se transmite en esa huelga mantenida. Aunque esté suspendida, se mantiene la queja.

P.- Para paliar en cierta medida el problema, para atraer médicos, el Gobierno de la Ciudad Autónoma ha propuesto conceder una ayuda al alquiler. ¿Cree que puede surtir efecto?

– T. C.- Pero sin ninguna duda, no es una ocurrencia. Esto ya se ha hecho. Esto ya se ha hecho en el entorno de las Islas Baleares, en concreto, en una insularidad que es Ibiza, para la atención de una determinada especialidad que no tenían recursos humanos, no había profesionales. Se mejoraron las condiciones en su conjunto, entre otras, la posibilidad de una ayuda a la residencia y ahí se ha arreglado el problema. Y se ha arreglado el problema en el plazo de un año también, a través de la consejera de Baleares. Hay que tener ideas, hay que ponerlas en práctica, esa implementación que decimos y, a continuación, solucionar el problema. Muy buena idea del presidente, y tanto.

– P.- El informe del Ministerio de Sanidad sobre MUFACE ha generado mucha incertidumbre. Si desaparece MUFACE, en el caso de Melilla la sanidad pública debería asumir unos 4.000 pacientes. ¿Lo considera viable vistos los antecedentes?

– T. C.- Inviable no hay nada. Lo que parece es que, por un lado, el Gobierno ha manifestado que quiere mantenerlo, y, de hecho, lo ha sacado (el contrato), pero han sido las aseguradoras las que no han ido, porque consideran que con ese dinero que se les proporciona no cubren las necesidades de una población envejecida, una población que la mayor parte son mayores de 65 años. Y no se pone en cuestión lo que es la mutualidad en sí misma, o de que exista una intencionalidad determinada de aniquilarla, sino que lo que hace el Ministerio de Sanidad, como yo creo que es su deber, es plantear un informe en el que diga lo que va a suponer esa asunción de esas competencias. Aquí lo importante son los pacientes, y que se haga, en todo caso, si no hubiera aseguradoras interesadas en hacer esto, que ese tránsito hacia la sanidad pública sea adecuado. Ahora bien, habiendo dicho todo esto, yo creo que el modelo del mutualismo ha funcionado en España, en estos últimos 50 años, ha contribuido a sostener el modelo universal, público-gratuito, clave y eje del bienestar, y que se tiene que trabajar, tanto desde la Administración, como desde el otro lado de las aseguradoras, para llegar a un acuerdo que sostenga esta relación público-privada, clave para, como digo, el sostenimiento del modelo. Y sí, soy optimista, yo creo que sí que se da la licitación.

– P.- Por último, su visita sirve para inaugurar una nueva etapa del Colegio Médico. Justo Sancho-Miñano repite presidencia, pero ha renovado su junta y afronta una etapa más tranquila una vez estabilizada la institución, a las puertas de su centenario. ¿Qué les pide? 

– T. C.- Ánimo y suerte. Mira, lo primero que hago es darles las gracias, porque ser presidente de un colegio de médicos lo que hace de tu vida es llevarte mucho tiempo con cero remuneración. Esto forma parte, además de nuestra vocación de servicio a los demás, a los pacientes, esto es vocación de servicio a una institución, a lo que representa la organización medicolegial.

Y ellos son los que son la absoluta clave de la organización medicolegial. Ni siquiera el presidente del colegio, sino todos los vocales que son los que capilarizan lo que es el compromiso que tiene el médico con la sociedad, compromiso que se traduce en el código de deontología. Lo que representa el colegio es el compromiso con la competencia profesional, el compromiso con la honestidad, el compromiso con la relación adecuada médico-paciente, el compromiso con la distribución justa de recursos limitados, el compromiso con la investigación, el compromiso con que esa investigación esté libre del conflicto de intereses, el compromiso de facilitar la asistencia sanitaria a la población y el compromiso de responsabilidad profesional. Todos esos compromisos son los que componen el código de deontología, que es lo que representa la organización medicolegial a través de los colegios. Y los médicos, los vocales de esas juntas directivas, lo que hacen es capilarizar eso.

Además de que la organización medicolegial, lo digo siempre, tiene que definir un verbo que es ayudar y un sustantivo femenino que es utilidad. Y eso lo hacemos a través de las fundaciones. La Fundación de Cooperación Internacional, que lo que hace es no desarrollar misiones en terreno, pero sí ayudar a nuestros compañeros que van a terreno, tanto médicos cooperantes como voluntarios. Ayudarles identificándoles y habilitándoles como médicos, ayudándoles con los seguros de responsabilidad civil, ayudándoles con los seguros de viaje de accidente, ayudándoles con formación, que lo hacemos también a través de la Fundación para la Formación, a la cual no sólo formamos, sino acreditamos esa formación libre de conflictos de intereses y en el entorno europeo. Y ayudándoles, es importante, a través de la Fundación de Protección Social, que se gasta 14 millones de euros al año en subvenciones para aquellos compañeros o compañeras que caen en crisis de salud, física psíquica o quiebra económica. Todo eso, código de deontología, registro de profesionales, fundaciones, colegios de médicos y vocales, es lo que es la Organización Médica Colegial.

Y los capilares que son los vocales, que dedican su tiempo, sin ninguna remuneración, a ayudar a nuestros compañeros y compañeras y a vigilar que la sociedad esté protegida en cuanto a que todos sus compromisos que se llevan del código de deontología se cumplan. Y si hubiera alguno que no les cumple, los médicos, además de cumplir el Código Penal y el Código Civil, debemos de cumplir el código de deontología. Si hubiera alguno que no les cumple, se le extrae y no se le deja realizar y desarrollar esta profesión tan bonita, yo creo que es la más bonita que hay para el poco tiempo que vivimos en este mundo, que se puede tener, que es la profesión médica.

ENLACE AL VÍDEO DE LA ENTREVISTA

https://youtu.be/M5F_628P4ck

noviembre 22, 2024 , , ,